Marzo 2007. Ralco, Octava Region, Chile.

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AQUÍ ESTABA YO... frente a un empinado camino de ripio, después de meses trabajando bajo el sol, con la escoliosis aún más curcuncha, pensé que por fin llegaron mis vacaciones, de hecho sería mi primer viaje con acompañante... pero estaba tranquila pues hace años no me mobilizaba en micros.. sólo Juan Alfredo y yo.. y mis antiguos recorridos al sur los hacía en mi bici (Juan Alfredo) así que todo bien, nada podría detenerme.. ni las montañas empinadas, ni los caminos feos..La motivación de mis antiguos "apartamientos" o "espasmos de soledad" en el Sur siempre fueron para encontrarme justamente así.. sola... no me interesaba ni imaginaba disfrutando de este estado con alguien que me apurara o alguien a quien esperar o tener encuentros espirituales de amistad o algo así..Siempre encuentro situaciones de reconocimiento con la Tierra en mis apartamientos, puedo lograr recorrer mucha distancia, sólo el viento, los paisajes, el olor, los colores, la lluvia, los animales, Juan Alfredo y yo, incluso no tenía necesidades de alimentarme, me sentía satisfecha con tanta cosa real que podía sentirme parte de la misma tierra.. Tuve la gracia de encontrar gente que me acogía, no tenían problemas en alimentarme, la gente del sur de Chile es así" me decía.. es así como dormí en casas extrañas, en una camilla de un hospital, un retén", etc. y nunca usé mi carpa, pero luego luego necesitaba alejarme de las personas y volver a mi estado natural con la Tierra. Con Jorge ya había tenido sentimientos encontrados, así que por mi parte esos sentimientos eran la motivación del viaje en su compañía...Si bien nuestras diferencias estaban bien rayadas antes del viaje igual me arriesgué. Entre nuestras discusiones el dijo que no abandonaría lo que ya había decidido... y yo no dejaría de tener mis espasmos de soledad aunque él estuviera. Frente al primer camino empinado que nos marcaba la ruta que seguiríamos en nuestros próximos días donde los Pehuenches.. me pareció polvoriento y realmente feo. Simplemente paré, levanté la cabeza y allá arriba, ya en la mitad del camino.. estaba Jorge.. pedaleando como si fuera en pendiente con alforjas y todo, sentí pena por mí, estaba sola e incapacitada de empezar algo que creí fácil, Juan Alfredo cargado como un burro, así que no podía llevarme hasta allí donde mi compañero orgulloso..me esforzé solo un poco, logré subir una cosa poca y me detuve como buey taimado y me dije.. si estuviera sola, sé que subiría con ganas y voluntad porque la rencompensa sería mi encuentro con la mapu, el silencio de los bosques, los ríos, y la soledad que anhelo estando en la ciudad después de tanto respirar los ruidos de Santiago. Ahora los sentimientos encontrados con Jorge ya no estaban, el solamente se preocupa de lo que tenía programado para ese día que era avanzar lo más posible, armar la carpa, al día siguiente despertar temprano para seguir la ruta, anotar fechas, horas, lugares, subir "simpáticos" caminos empinados y quien sabe cuanta cosa más detalladamente programada, en fin.. no tengo nada más que hacer aquí, además nunca conocí antes a los pehuenches, así que no los necesito, pensé...... Y me devolví feliz de saber que soy libre nuevamente, aunque un nudo en la garganta me molestaba.Si bien sonreí irónicamente al sentir que Jorge venía atrás con ganas de matarme.. al rato estábamos repartiéndonos la mercadería que días atrás compramos ilusionados para compartirlas en nuestro viaje "juntos"..

-porque desistes - me preguntó..
-porque ya no tengo motivación - respondí..
-linda la cosa..- me dijo- ahora tengo que ser tu payaso para que siempre andes motivada y puedas avanzar..
-no respondí pues el nudo en la garganta no me dejaba.

Al rato estaba yo dando vueltas sola por el Pueblo, pensando que haría y que propósito tan raro me hizo venir hasta estas Tierras.. y Jorge quizás estaría ya con los pehuenches. Transcurrió tal vez una hora y me senté en la plazita de Ralco a esperar el bus de las seis que me llevaría de regreso a los Ángeles y así empezar una nueva Ruta.. a Puerto Saavedra?.. Osorno?.. o más al Sur.. no sé, ya es tarde y el bendito nudo de la garganta me seguía molestando mucho al punto de que no quería decidir dónde ir.. sólo subirme al bus y olvidarme de todo. Estaba escribiendo estas cosas cuando a mi lado se sienta Jorge con su muñeca, su olor, con una sonrisa tranquila, y diciéndome que estuvo buscándome.. ese olor suyo tan agradable hizo que el nudo de mi garganta se desatara y que empezaran a salir las delatoras de la debilidad femenina por los ojos...
-voy a comprar una coca cola- le dije.., ocultando a las delatoras.

Ya casi atardeciendo reanudamos la partida por el mismo "hermoso" camino de piedras siguiendo la ruta que teníamos planificada. Que raro es esto.. no era tan empinado el camino como parecía, creo que fue porque antes no pasé los cambios... o porque ahora Jorgito viene atrás vigilándome y acompañándome y creo que le agrada hacerlo... ..ahora..

Eva Valdés C.