lunes, marzo 20, 2006

Marzo 05, 2006. Calingasta, Prov. de San Juan, Argentina.

03.03.2006

Hoy salió el sol, el día amaneció totalmente despejado sin una sola nube en el cielo. Por otro lado pude ajustar perfectamente la bici, reparé la cocinilla y me fui rumbo a Calingasta cerca del mediodía. Mi estómago tampoco me ha dado molestias, estoy tomando 2 pastillas de carbón cada 6 horas y me he sentido rebién, el sol salió en todo su esplendor. El camino desde Uspallata es solitario y ripiado, hoy vi pasar unos 12 vehículos, de los cuales 4 se detuvieron a conversar y ofrecerme ayuda. De estos 4, en 1 andaba una pareja de gringos, en otro una pareja de franceses y en los otros 2, argentinos. Aunque traté de no molestarles, no pude evitar aceptar las barras de cereal, la coca-cola y el agua mineral.
El camino va por un valle entre medio del Cordón del Espinacito al oeste y la precordillera al este, se parece mucho al camino que está al noreste de Tacora al norte de Chile, sólo que con matorrales más grandes debido al mayor oxígeno supongo. Me gustaría estar tanto acá con mis amigos y poder mostrarles lo que veo, lo que siento. Afuera ahora está oscurísimo, las estrellas se ven preciosas y la vía láctea imponente. El viento sopla suavemente y el casco golpetea contra la bicicleta que está apoyada contra un matorral. Yo me encuentro al interior de la carpa, escribiendo y preparando la cena a unos 20 metros del camino. Mañana veremos que me tiene preparado el día, que nueva gente encontraré, qué dificultades he de enfrentar, qué caminos recorreré, qué nuevos paisajes observaré y qué vidas he de cambiar.




04.03.2006

No pude dormir bien anoche, las pulsaciones antes de dormirme eran de 80 por minuto, aun estaba agitado quizás a causa de la leve deshidratación que sufrí en el día de ayer. Puse el reloj a las 06.30, pero desperté recién a las 08:00 con el calor. La brisa afuera aun estaba fresca, pero el sol estaba pegando fuerte. Tomé un desayuno rápido y me dediqué a parchar la cámara trasera que ayer a última hora cedió tras los baches del camino semiasfaltado. La rueda trasera sufre mucho, el peso de las alforjas y bolsos la hace trabajar demasiado, me temo que todos los días deberé centrarla y el desgaste del neumático es notorio; la maza igual tiene un pequeño ruido. Hoy pasé por la localidad de Barreal, donde adquirí un bombín nuevo, algunos parches y recargué agua. Es increíble la buena disposición de la gente hacia mí, todos saludan y quieren saber de dónde vengo y adonde voy. Desde Sorocayense, al norte de Barreal, se puede divisar el Aconcagua y el Mercedario y otros cerros más. Barreal vive del turismo y de la agricultura, de hecho al saluir de Barreal sentí un agradable pero intenso olor a ajo. En 2 horas más llegué a Calingasta, cerca de las 15.30, decidí quedarme aquí por hoy ya que el sol estaba haciendo caso omiso del factor 50 que me puse, por lo demás hoy es sábado y más que algún boliche estará abierto esta noche....
Calingasta vivía de la minería y fue creado por chilenos hace algún tiempo atrás, el 80% de la gente de aquí es descendiente de chilenos, me dicen que el 18 de septiembre lo celebran más que el aniversario de Argentina. Llama la atención la cantidad de jóvenes en estos pueblos tan apartados de las grandes ciudades. "En Argentina el que no estudia es porque no quiere", me dice Claudia, hija de chilenos y casada con un sanjuanino, las becas de estudio son para los gastos personales, pero las carreras son gratuitas. Junto a ella, su esposo Carlos y una amiga estuvimos hasta las 3 de la mañana, compartiendo algunas cervezas y conversando de las cosas en común.
"Mañana me voy pal norte........"